Las PASO en la provincia dejo mucho más que el hecho de haber sido el distrito donde Milei obtuvo el mayor porcentaje de voluntades, esencialmente dejó un verdadero terremoto en las huestes de Unión por la Patria.

El movimiento telúrico generó que la máxima conducción política nacional tuviera que recalcular el mapa. Salta era un distrito amigable para Massa, su «amigo» Gustavo era garantía de buena faena, pero no ocurrió. Sáenz, el amigo de Massa, paró sus candidatos en todas las listas, poniendo una singular mirada en JxC. Error de cálculo: lo que para algunos era un triunfo de los otros amigos de Sáenz, Rodríguez Larreta y Morales, se convirtió en una deshonrosa derrota.

Recalculó para las PASO y tomó distancia de Massa y con alguna sutileza alentó la lista de La Piba (Patria Bullrich).
Otra vez a recalcular… el bueno de Alejandro Fantino, publinota de por medio, tendió algún puente precario con Milei con la promesa de construir uno de plata de ser necesario.

Entonces ¿Quién va a trabajar la campaña de Sergio Massa? Su amigo coquetea con todos y dispersa el esfuerzo de campaña en varios frentes y en lealtades sucesivas.

Massa necesitaba un referente que le ponga el pecho a la campaña, tenía que elegir, y la bendición cayó en Sergio Napoleón Leavy, disciplinado y alineado históricamente al peronismo más cercano a Cristina.

La formalidad de esta novedad política estuvo a cargo de Malena Galmarini, esposa de Massa y mujer de desiciones trascendentes en la mesa chica de conducción de Unión por la Patria.

Hoy en Salta, el Massismo pasa por Leavy, que a decir de sus colaboradores ya está estructurando lo que será el trabajo territorial para tributar votos a la formula Massa – Rossi.